Desde hace 19 años, hemos escuchado hablar del Proyecto del País de los Sueños, una iniciativa de esas que la gente llama "locas", y que consiste nada más y nada menos que en la fundación de un país de sueños en el quela poesía, la música, el teatro, la danza y en general el arte reinasen. Los soñadores nos encontrábamos (nos seguimos encontrando) una vez al año en diversos paisajes de Venzuela, y también de afuera del país.
Entre los soñadores más locos destacaban Víctor Moreno, Lalo, el poeta Carlos Angulo, Rukleman, Pompilio y un tremendo etcétera. Destacaba con su música el grupo Iven, de Mérida, con su particular propuesta musical, de excelente factura. Ahí andaba también Víctor dirigiendo el barco.
Resulta que Víctor tiene dos hijas, Manuela y Ariana, y en una familia así, no queda más remedio que ser bonitas y cantar lindo. Así que cumplieron con exceso su misión y se integraron a Iven.
Pero pronto se haría evidente que ellas dos tenían una vitalidad distinta a la del grupo y conformaron Manuari, nombre que pronto daría paso al más maduro y coherente con el mensaje de fondo, Surconciente.
Aunque ellas plantean que Surconciente no es un dúo sino que incuye a toda la agrupación, usted y yo sabemos que sin Manuela y Ariana se pierde la esencia y el sonido que les distingue.
También desde hace 18 años, Víctor abrió en Mérida un local para la trova, el arte, la poesía, y ¡cómo no! para un buen miche o un cocuy bien asentado. Es La Patana, dónde tantos trovadores han nacido. Ahora, esta familia musical se ha residenciado en Caracas, dado que La Patana tiene una sucursal en Altamira, y allí realizamos la entrevista que nutre al programa de este sábado 27 de julio.
Disfruten hoy, desde las 3:00 (hora venezolana) de Surconciente, en otra tacita de Café Atlántico
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