Hace años que conocí, en la Escuela de Comunicación Social de la UCV, a Gustavo Urbina, para terminar convirtiéndome en su compañero de tesis, alto pana, hermano, testigo de boda, y compañero de birras en los chinos de Altamira.
Hace 9 años, cuando yo medraba en la redacción de Tere Tere, él iniciaba un proyecto en Radio Fe y Alegría, el programa Vientos de Cambio. Ya hace casi una década de eso y yo fui acercandome tímidamente al mundo de la radio siguiendo su programa, y aprendiendo de su ejemplo.
De izquierda a derecha: Gustavo Urbina y Yomarli Bustamante, de Vientos de Cambio; Edwin Rodríguez, coordinador de programación, y Ana María García, directora de Radio Fe y Alegría 1390 AM
Este mes, finalmente, gracias al concurso de Gustavo, de Yomarli, su esposa; y de las nuevas autoridades de Radio Fe y Alegría en Caracas, Ana María García y Edwin Rodríguez, se concreta la firma de un contrato con la misma radioemisora para ofrecer Café Atlántico; un programa con música del mundo. No ofreceremos lo que se escucha a cada rato en la esquina, en la camioneta; no está acá lo que venden los buhoneros; no.
En Café Atlántico se escuchen los cantantes que poca gente conoce; música hecha por músicos y no por productores de rutilantes estrellitas. Aquí exploraremos las raíces africanas, árabes, mediterráneas e indígenas que nos han convertido en lo que somos: Indoamérica, Latinoamérica, Nuestramérica, como la queramos nombrar.
Aquí varios productores de Fe y Alegría, los directivos, y un servidor con el cuatro.
En esta aventura, como en muchas otras, incluyendo la hermosa de compartir la vida, me acompaña Martha González. Ella y yo agradecemos a los artífices del plan, a los que dan la oportunidad, y no los defraudaremos.
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